LA VIDA ROTA. LA BIOGRAFÍA DEFINITIVA DE AMPARO MUÑOZ
Editorial:
ROCA EDITORIAL
Año de edición:
2021
ISBN:
978-84-18557-27-9
Páginas:
348
Encuadernación:
Rústica
En el verano de 1974 el mundo entero sucumbió ante la belleza de Amparo Muñoz, una sencilla muchacha malagueña que acababa de ser elegida Miss Universo en Manila. Apenas seis meses después, se convertiría en la primera miss que renunciaba al título pese al contrato leonino que pretendía ligarla a la organización durante años. Convertida en uno de los iconos de la Transición, en los ochenta Amparo se deslizó por la peligrosa pendiente del consumo de droga que, además de ocasionarle algún problema con la justicia, la llevó a la ruina económica y al ostracismo profesional. Cuando, libre de adicciones, se disponía a recuperar su carrera de actriz, varias enfermedades la obligaron a recluirse en la casa familiar, de la que había salido treinta años antes para presentarse a un concurso de belleza a escondidas de sus padres. Allí murió en 2011, perseguida de cerca por los paparazzis y luchando con todas sus fuerzas por aferrarse a una vida que, en cierto modo, le habían arrebatado mucho antes…
Hace unos años conocí a Miguel Fernández. Habíamos quedado con Elia Barceló y Silvia Fernández para tomarnos algo después de la jornada maratoniana de firmas de la de Elda.
De pronto, sin saber muy bien cómmo, acabamos en una taberna cerca Cibeles charlando sobre Rocío Jurado, la lucha de algunas mujeres, el apego a la tierra de quienes siempre han vivido en un limbo. Hablaba Miguel Fernández, periodista, escritor, hombre lúcido, y yo lo escuchaba. No había leído nada de él y a los días recibí La vida rota. La biografía definitiva de Amparo Muñoz.
Cuando te enfrentas a una biografía siempre tienes miedo a que no sea más que un montón de datos hilados, mejor o peor, en el que el autor intenta no parecer parcial, ni para bien, ni para mal. Y reconozco que me gustan las biografías de mujeres, me parecen imprescindibles para conocer la historia de un país. Porque, seamos sinceros, el problema de las mujeres, cuando han querido darlas a conocer es que se convertían en mujeres floreros, en malas malísimas que se dedicaban a robarle el alma a otros seres humanos (por lo común hombres) buenísimos y píos, o en feas. No había más. Por eso, cuando alguien se sienta delant del ordenador para escribir la vida de una mujer se agradece tanto que lo haga desde la sobriedad y cierto conocimiento íntimo (para esto no hay qe haber conocido a la persona, sino haberla entendido, estudiado, comprendido, odiado, empatizado...). Por eso, cuando comencé a leer el libro de Miguel Fernández, me dejó temblando, sin poder creer el ejercicio de valentía y de literatura que tenía delante.
Miguel Fernández: «Si Amparo leyera 'La vida rota', diría: 'Llevaba razón, no es no'»
Con formato de entrevista y reflexión, La vida rota, se dibuja como un collage perfecto en el que las sombras y las luces, que aparecen como fugaces flashes, muestran una realidad alejada de lo estrambótico y lo vulgar de ls revistas del corazón. De pronto, Amparo Muñoz no era la mujer fatal, drogadicta y problemática que nos había querido mostrar el amarillismo más extremo de nuestro país.
La política, la mentira, la verdad, los certámenes de belleza..., todo es visto y diseccionado por el periodista granadino, con el buen tino de hacerlo desde la serenidad y una lupa de aumento.
Cuando quise decir no, ya era tarde. Lo he pagado caro.
Amparo Muñoz
Porque caro lo pagaban las mujeres que no se callaban, pero eran tímidas y sensibles (extremadamente, en este caso), atropelladas por una vida que poco tenía de suya y mucho de prefabricada.
La vida rota es la que hemos visto en los ojos de muchas mujeres que sufrieron, con la terquedad del destino, una sociedad tremendamente sectárea y humillante con ellas. Amparo Muñoz fue una de ellas y, sí, lo pagó muy caro porque el mundo no está preparado aún para entenderla y acogerla.
El libro de Miguel Fernández, La vida rota. Biografía definitiva de Amparo Muñoz, es absolutamente necesario para entender el estercolero que hay tras aquellos certámenes de belleza, por suerte obsoletos, que encontraban trampolín siempre en la misma cadena privada. Pero también es necesario para comprender, más allá de ideas preconcebidas la ternura de quienes no saben decir "no" por miedo al rechazo.
Hoy, como la primera vez que lo leí, celebro el libro de Miguel Fernández por valiente, tierno y conmovedor.
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